denuncian abuso de autoridad por la construcciòn del cristo monumental en el poblado Copoya, municipio de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

1) El mal gobierno de Juan Sabines coludido con las familias Farrera, Vals, el Obispo, los Granda, Pedrero, Sardain, Esponda y demás restauranteros, comerciantes, hoteleros y políticos, decidieron en el 2007 hacer el famoso "Cristo de Copoya", contratando al Arquitecto, pintor y artista Gabriel Gallegos --oriundo deTuxtla y residente en Berriozábal--, y el proyecto original era una obra artística que ofrecía --al menos-- una nueva mirada desde la mesa de Copoya.

2) Arrancó el proyecto donde Juan Sabines puso la primera piedra. El Obispo de Tuxtla dijo que con el sudor de los copoyeros y la fuerza de sus brazos harían el cristo que protegería a los desprotegidos. Juan Sabines dijo que respetarían la cultura y las fachadas del pueblo, mejorándolas siempre de común acuerdo con los propietarios de cada casa donde pasaría el camino rumbo a "El Cristo".

3) Llegaron muchos ingenieros en junio y julio de 2007. Los ingenieros de caminos, de obras públicas, del Patronato (Arq. Ordáz), del alumbrado público, los de mejoras viales del municipio, y otros muchos más comandados por Gabriel Gallegos, el artista de la magna obra. Todos festejamos el proyecto y muchos nos unimos para empezar a reforestar y pedimos que nos dieran plantas y flores, árboles de ornato locales (como el cupapé) para ir poniendo bonito el lugar. Los ingenieros firmaron actas y el proyecto arrancó tirando bardas, árboles viejos, alambrados y batiendo de lodo todos los accesos de la 2a. Poniente y 5a. Norte en Copoya. Estábamos felices porque tendríamos trabajo de peones y albañiles y un posible futuro como vendedores de artesanías y comida del pueblo (tamales, atole, posol, empanadas y tacos, pues), PERO TODO ESO FUE UN SUEÑO.

4) Se hizo una gran lista --que nos ayudó un profe-- para los que queríamos trabajar en la obra. Desfilamos montones de copoyeros desocupados poniendo nuestros nombres, ocupación, teléfonos celulares o sólo la dirección, pero de nada sirvió. Hasta la fecha ni un sólo ayudante es de Copoya.

5) La obra se suspendió en todo el 2008 y hasta diciembre de ese año reinició, pero no nos contrataron. Entonces, nuestras mujeres y nosotros mismos decidimos hacer una cooperativa de 20 familias para vender comida a los trabajadores, pero no se pudo porque no nos dejaron.

6) En 2009 llegó una señorona de nombre Lic. Verónica Gabriela Méndez Espinosa que dice ser la Directora General del Proyecto, pues la presidenta del patronato es la Señora de don Juan Sabines. Ella, la licenciada Verónica Gabriela nos dijo que habían hecho un estudio sociocultural de Copoya, que sus resultados eran que Copoya era mágico, muy hermoso, muy primoroso y muy esplendoroso y que por eso iban a dar mucho progreso a todo el pueblo y que los invitaba a que fueran a la presentación del nuevo proyecto, porque el de Gabriel Gallegos ya se había destruido y que ahora el bueno era el Arquitecto Jaime Latapí, de México, pues lo que viene de allá era lo mejor y que ese Jaime presentaría otro proyecto y que nos invitaba a la nueva propuesta. Llegó el día, uno de finales de octubre de 2009, donde repartieron posol licuado y en vaso de plástico, como si fuera cocacola --En Copoya se mete la mano en la jícara de morro para batir nuestro posol)--; también dieron tamales hechos con Maseca y con rajas --al estilo chilango--, como si en Copoya no hubieran tamales de Cuchunúc, de joacané, de bola, de mole, tamales agrios y muchos pictes de elotes y con colores y sabores zoques. Es decir, nos impusieron "sus cultura". Además, vistieron a algunas mujeres que se dejaron, con esa tela de cuadrillé (cuadritos rojos y blancos, o azules y blancos-- con disque blusas de "indígenas", sin saber que Copoya es Territorio Zoque y esas comidas y vestidos no son de allí.  La India María sería una digna representante indígena frente a la Verónica Gabriela Méndez Espinosa.

7) Por si fuera poco, esa señora repartió dinero a la autoridad, al Sr. carpintero y ahora Agente Municipal, Sebastián Jiménez Escobar, le dió $ 8, 000. 00 (Ocho mil pesos) para proibir que se vendiera comida tradicional . Todo ello nos parece injusto, ya que habíamos conseguido de un ejidatario el lugar junto al andador del Cristo,  y queríamos llegar a hacer una gran Cooperativa de hasta 50 familias para vender lo que a la gente le gusta y puede pagar: arroz con leche, tamales, posol. taquitos fritos y empanadas, tortillas de mano con caldo de gallina de rancho, pero esa señora no nos deja y dice que El Proyecto del Cristo de Copoya es para el turismo nacional e internacional y no una plazuela de indios. Eso nos duele y por eso pedimos ayuda.

Salud y sabiduría queridos hermanos.

PUEBLO ORGANIZADO DE COPOYA.

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